Planeación y Formulación de Programas UAEMex/FCPYS
Programa de estudios de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la UAEMex.
Presentación
Unidad I
EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES
Por Carolina Mota
El estudio de las organizaciones es relativamente reciente, sin embargo éstas, en sus formas más primitivas, han existido por miles de años. Con lo anterior no solamente se habla de corporaciones lucrativas sino cualquier grupo de más de dos personas que funcione como una unidad con personalidad y cultura propias, que persigan una meta determinada. Dicho estudio no podría definirse propiamente como una disciplina o como una ciencia, pero si se puede decir que el estudio de la CO es un estudio multidisciplinario que se nutre de algunas de estas como la psicología, antropología, etc., y también echa mano del método científico, sabiendo que lejos de arrojar resultados exactos le ayudará a observar y comprender el comportamiento de las organizaciones y así arrojar resultados que podrían serles útiles, tal es el caso del Método de contingencia el cual señala que algo que le funciona muy bien a una organización no garantiza que a otra también le resulte, esto depende de muchos otros factores particulares.
En la actualidad las organizaciones están adoptando una tendencia global debida entre otras razones a los incesantes avances tecnológicos. Si bien éstas siguen impregnadas del estilo norteamericano se nos presentan culturalmente más diversas y enriquecedoras. Por lo tanto también cambia la manera en la que se estructura y desenvuelve la organización.
Al estudiar el comportamiento de las organizaciones se debe abordar desde tres niveles que a pesar de ser distintos se encuentran estrechamente vinculados con el buen desarrollo de la organización: personal, grupal y de la organización.
El aspecto personal es de vital importancia pues “el funcionamiento de una organización depende en gran mediad del comportamiento humano”, y como no iba a ser así si son la verdadera materia prima de una organización, por lo tanto debe ser una prioridad procurar que los llamados “recursos humanos” (término que, a decir verdad, me molesta un poco) se mantengan funcionando óptimamente.
También es cierto que no basta con que los miembros de la organización destaquen individualmente, deben hacerlo formando parte de uno o varios grupos dentro de la misma institución, ya sean formales o bien informales. Ambos tipos de grupo son fundamentales, pues pueden propiciar un ambiente que optimice la producción y haga que la organización completa se acerque a sus metas o bien, pueden entorpecer este proceso.
De ahí la importancia que tiene en un empleado la capacidad para socializar o ejercer algún tipo de liderazgo sobre sus compañeros.
Finalmente el estudio de la organización como un individuo es necesario, pues como se lee anteriormente, al igual que un ser humano la organización desarrolla una cultura propia y está determinada por factores externos e internos, lo que hace que no todas funcionen de igual modo. Se le llama cultura organizacional a “las premisas básicas de que se valen las personas y grupos en sus relaciones con la organización y su entorno”, ésta funciona como una especie de microcosmos de las sociedades, se comparte la forma de comunicarse, códigos de vestuario, cierta personalidad, etc.
De igual manera que en las sociedades las organizaciones obedecen a un organigrama que jerarquiza el poder que los miembros ejercen en la empresa. Este último término, poder, suele ser problemático para muchos pues implica que éste se ejerce sobre otros empleados, sin embargo, bajo la estructura que conocemos es necesario para el funcionamiento de cualquier organización. Por eso el liderazgo es un atributo tan alabado en el mundo de las organizaciones.
Reflexión en torno al texto de Gibson, James. El estudio de las organizaciones en Las Organizaciones : comportamiento, estructura, procesos . Santa Fe de Bogotá: McGraw-Hill/Irwin, 1997. pp. 2-22
EL ESTUDIO DE LAS ORGANIZACIONES
Por Mario Alberto Hernández Castro
Las organizaciones constituyen el medio en el que cada uno de nosotros se mueve a diario, en este caso, el lugar de trabajo es la más clara y absorbente para la mayoría de las personas, precisamente por ello se ha desarrollado toda una trayectoria de análisis y postulados referentes al tema, pues es necesario comprender la reacción de los individuos ante las políticas laborales para poder incrementar la efectividad en dicha interacción. Scott plantea dos criterios que facilitan la comprensión de las organizaciones, lo cuales son: sistemas cerrado-abierto y racional-natural.
El sistema racional cerrado, desarrollado de 1900 a 1930, se refiere al planteamiento de objetivos como principal motor de acción en cada uno de los participantes, convirtiendo a la sociedad en un sistema más mecánico y controlado de lo que en un futuro parecería.
Un segundo término que nos ayuda a comprender este paradigma es el de “la dirección científica del trabajo (DCT)”, con ella se puede explicar la visión del trabajo como algo calculable y llena de procedimientos universales, pues Taylor señala la variable tiempo como una regla de eficiencia.
En la actualidad nos suena muy primitiva la idea de aplicar conceptos tan tajantes a la hora de observar la relación laboral de cualquiera de nosotros, sin embargo, los estudios de Taylor produjeron grandes incrementos en la producción de las empresas de la época, he ahí el valor de retomar puntos de interés en el tema organizacional. Retomando la DCT se puede esclarecer la base para no seguir este tipo de lineamientos, esto ocurre por reducir al hombre en un sujeto factible de ser una pieza más en la maquinaria, siempre y cuando se le de una retribución económica.
Otro modelo de nuestro paradigma inicial es el burocrático, propuesto por Weber en él va a proponer una organización con normas y procedimientos ya establecidos, cada persona tiene su función y debe cumplirla de lo contrario se interrumpe la labor de quien sigue en la cadena de procedimientos.
Estas aportaciones dejan de lado aquella visión tan limitada del taylorismo, principalmente en lo referente a considerar al humano como un ser cooperativo y ligado a jerarquías, esto destaca la delegación de funciones y también la capacidad de reconocer a cada cual como pieza importante.
Con ayuda de estos estudios se fueron estableciendo nuevas visiones a cerca del funcionamiento de las organizaciones, uno de estos avances es el sistema natural cerrado, nace de 1930 a 1960 y se basa en las ideas de Merton, quien propone el análisis funcional.
Ya en este sistema se piensa más en el juego de las satisfacciones, tanto el individuo como la empresa deben obtener una recompensa, hoy en día sabemos la desigualdad de retribuciones, mientras los tomadores de decisiones mantienen la mayor parte de sus necesidades cubiertas los mandos bajos sólo resuelven de forma incompleta la de subsistencia, de ahí su permanencia al interior de las actividades laborales y así se obtiene un grupo de colaborares incompletos y dispuestos a dar el menor esfuerzo.
Ya con la escuela de relaciones humanas se añade un punto más claro acerca de la actividad de la psicología del trabajo, gracias a los experimentos de Taylor se pudo avanzar a los postulados de Perrow, donde las relaciones laborales son determinantes en la productividad, un concepto básico para comprender esta propuesta es el liderazgo, algo vital para elevar la moral de los trabajadores y así dar la oportunidad de sentirse importantes en la fila de producción.
Aún cuando algunos autores contradicen tal idea, ya que la moral alta es fruto de elevados niveles de producción y no viceversa. Sin embargo, se hace alusión a ese enriquecimiento del interior humano para obtener mayor rendimiento por su esfuerzo, y esto es precisamente el camino a seguir en las organizaciones actuales.
Como podemos apreciar ya se encuentran sentadas las incógnitas y avances de la investigación organizacional, sólo que el elemento de la psicología pura no ha sido incluido, y es precisamente Maslow el introductor de tal herramienta. Él propone niveles de satisfacciones en un orden jerárquico. Para poder obtener tales satisfactores se debe participar en una organización de manera formal y así ir incrementando la profundidad de cada nivel para convertirnos en seres realizados e identificados con las labores desempeñadas.
Otra de las grandes aportaciones es la de Bernard, teórico encargado de añadir nuevas variables para medir el paso de un sujeto en la organización, anteriormente sólo se consideraba el tiempo y la producción, pero ahora se insertan términos como actitudes, grado de compromiso y vinculación con la misma organización.
Es aquí cuando la investigación se enriquece y el conocimiento sobre este esfuerzo colectivo toma un carácter científico y detallado.
Pasando al sistema racional abierto, el cual nació de 1960 a 1970, nos enfrentamos a la idea del entorno organizacional, algo centrado en la influencia del ambiente en todas las partes de la empresa, así es como también se va definiendo el mismo empleado, en la medida que se le reconoce por su puesto o lugar de trabajo se configura el mismo cúmulo de valores y objetivos del cuerpo a cargo de la toma de decisiones.
No debemos olvidar que el comportamiento de la organización en el mercado se encuentra definido por el entorno.
Dentro de la explicación del mismo sistema que trabajamos debemos mencionar la teoría de las Contingencias, debido al manejo del concepto de organización, en él ya se habla de un conjunto de sistemas y cada uno debe funcionar para facilitar la labor del sistema vecino, de lo contrario la direccióndebeenfrentarse lasolucióndelosconflictosyobtenerlosresultadosplaneados.
Retomando lo anterior, el encargado de retomar el área psicológica es Weick, estudioso que describe a la organización como un hombre y cada órgano es comparado con un departamento, obtenida esta simplicidad la organización se convierte en una unidad muy clara a los ojos de estudios posteriores.
Ya para 1990 surge el sistema natural abierto, el cual va a retomar el entorno como condicionante principal en su desempeño, finalmente se explica algunas organizaciones como el esfuerzo colectivo ysumismaestructuraquenoestanformalcomo lasdemás.
El modelo de la ecología de la población es el más claro en la explicación de este sistema, ya que delimita la influencia del desarrollo del medio y el desarrollo mismo al interior de la empresa.
Deestamanera sehaobtenidolamayorpartedelestudiodelasorganizaciones,hoyendíahay muchas variables capaces de calificar distintos aspectos de la vida laboral y así aplicar los conceptos psicológicos.
BIBLIOGRAFIA:
• Rodríguez, Andrés. “Paradigmas y modelos teóricos en psicología del trabajo y de las organizaciones. ISBN. 1998.
Definición
En términos generales, se puede decir que el control debe servir de guía para alcanzar eficazmente los objetivos planteados con el mejor uso de los recursos disponibles (técnicos, humanos, financieros, etc.). Por ello podemos definir el control de gestión como un proceso de retroalimentación de información de uso eficiente de los recursos disponibles de una empresa para lograr los objetivos planteados.
Los condicionantes del control de gestión
El primer condicionante es el entorno. Puede ser un entorno estable o dinámico, variable cíclicamente o completamente atípico. La adaptación al entorno cambiante puede ser la clave del desarrollo de la empresa.
Los objetivos de la empresa también condicionan el sistema de control de gestión, según sean de rentabilidad, de crecimiento, sociales y medioambientales, etc.
La estructura de la organización, según sea funcional o divisional, implica establecer variables distintas, y por ende objetivos y sistemas de control también distintos.
El tamaño de la empresa está directamente relacionado con la centralización. En la medida que el volumen aumenta es necesaria la descentralización, pues hay más cantidad de información y complejidad creciente en la toma de decisiones.
Por último, la cultura de la empresa, en el sentido de las relaciones humanas en la organización, es un factor determinante del control de gestión, sin olvidar el sistema de incentivos y motivación del personal.
Los fines del control de gestión
El fin último del control de gestión es el uso eficiente de los recursos disponibles para la consecución de los objetivos. Sin embargo podemos concretar otros fines más específicos como los siguientes:
Informar. Consiste en transmitir y comunicar la información necesaria para la toma de decisiones.
Coordinar. Trata de encaminar todas las actividades eficazmente a la consecución de los objetivos.
Evaluar. La consecución de las metas (objetivos) se logra gracias a las personas, y su valoración es la que pone de manifiesto la satisfacción del logro.
Motivar. El impulso y la ayuda a todo responsable es de capital importancia para la consecución de los objetivos.
Los instrumentos del control de gestión
Las herramientas básicas del control de gestión son la planificación y los presupuestos.
La planificación consiste en adelantarse al futuro eliminando incertidumbres. Está relacionada con el largo plazo y con la gestión corriente, así como con la obtención de información básicamente externa. Los planes se materializan en programas.
El presupuesto está más vinculado con el corto plazo. Consiste en determinar de forma más exacta los objetivos, concretando cuantías y responsables. El presupuesto aplicado al futuro inmediato se conoce por planificación operativa; se realiza para un plazo de días o semanas, con variables totalmente cuantitativas y una implicación directa de cada departamento.
El presupuesto se debe negociar con los responsables para conseguir una mayor implicación; no se debe imponer, porque originaría desinterés en la consecución de los objetivos.
La comparación de los datos reales, obtenidos esencialmente de la contabilidad, con los previstos puede originar desviaciones, cuando no coinciden. Las causas pueden ser: Errores en las previsiones del entorno: estimación de ventas, coste de ventas, gastos generales, etc.
Errores de método: poca descentralización, escaso rigor temporal, falta de coordinación entre contabilidad y presupuestos, etc.
Errores en la relación medios–fines: cifras ambiciosas, incorrecto uso de los medios, etc.
Esas desviaciones son analizadas para tomar decisiones, tanto estratégicas (revisión y/o cambio de plan y programas), como tácticas u operativas (revisión y/o cambio de objetivos y presupuestos).
Se pueden citar otras herramientas operativas como: la división de centros de responsabilidad, el establecimiento de normas de actuación y la dirección por objetivos.
Unidad II
Definición:
¿Qué planear y Para qué planear?